Me habitaste de tantas ternuras
que ahora soy un pueblo de amores
El artesano-artesana a
través del tejido se encuentra con una fuente inagotable de
posibilidades creativas. Todas las culturas del planeta en la
necesidad de proveerse de vestidos para protegerse de la intemperie,
ha creado y diseñado tecnologías que van desde lo más simple como
lo puede ser una aguja e hilos, telares manuales y las más complejas
como lo son los telares digitales.
En la foto que
presentamos se aplica la técnica de ganchillo o crochet en la que
puntada tras puntada con hilo de algodón vamos dando forma a nuestra
creatividad. El resultado es un peluche tejido relleno de algodón
sintético.
En lo personal el tejer
para mi se convierte en una especie de meditación-reflexión, el
tejedor necesita estar en tiempo presente, eso que denominamos el
“aquí y ahora” de no ser de esta manera el tejido mostrará
inmediatamente los descuidos. El tejedor no anda con prisas y apuros.
En cada trazo de la aguja se producen tensiones y movimientos que dan
vida a nuestro sentir.
En cada trazo, en cada
puntada tejemos los besos que abrazan la vida y nos abren nuevos
infinitos más allá del horizonte.
Oscar Gavidia